Los descubrimientos realizados en el sur del país (provincia de Zamora-Chinchipe) por los miembros del convenio entre el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD, por sus siglas en francés), de Francia, y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) son, sin duda alguna, los más importantes de estos últimos años en la arqueología de la región. El complejo cultural Mayo-Chinchipe, descubierto en el cantón Palanda ha sido fechado entre el 4895 y el 3920 antes del presente. Esto confirma su contemporaneidad con las primeras fases de la famosa cultura Valdivia, ubicada en la costa ecuatoriana. Valdivia es considerada como una de la primeras culturas agroalfareras del continente. El yacimiento Santa Ana - La Florida es sin duda el sitio mejor estudiado de esta nueva cultura precolombina. Entre los hallazgos más importantes realizados en el sitio se encuentran cuencos y morteros de piedra pulida y a menudo grabada. Su arte lapidario incluye figura antropomorfas, "chaquiras", plaquetas y nódulos de turquesa ricamente decorados con una iconografía simbólica. En cerámica aparecen por primera vez en el continente las botellas de asa de estribo y las cajas de llipta. De particular importancia para el estudio de las antiguas interacciones regionales es la precencia de conchas y de caracoles marinos procedentes de la aguas cálidas del Pacífico. La aparente complejidad social de los antiguos habitantes de la cuenca Mayo-Chinchipe obliga a repensar las orígenes de las culturas andinas y amazónicas del continente. Se trata de un legado cultural de la humanidad. Debe ser investigado, protegido y difundido.

No obstante, la arqueología no sólo incumbe al pasado de los pueblos. Si las autoridades municipales del Palanda y los demás actores culturales, comprendieran que los recursos patrimoniales son el mejor VALOR AGREGADO que tiene una región para el desarrollo del turismo ecológico cultural, quizás se dieran cuenta de la enorme posibilidad que tiene de generar inmensos recursos para la totalidad de la zona. Si comprendieran que la creación de microempresas de turismo comunitario, ecológico y cultural es una tendencia importante en todo el mundo y que gracias a estas se generan anualmente millones de dolares que benefician a las regiones marginales de todos los paises. Pero no es así, al municipio de Palanda no le importa el devenir del único sitio conocido del periodo Formativo Temprano de toda la Amazonía occidental. La miopia politiquera le impide ver la trascendencia de lo que significa ser el hogar de una de las culturas madres de la región andina y amazónica.

En Palanda, una puerta que permite el acceso al origen de la identidad nación ecuatoriana está entreabierta. Esta permite conocer la raíz de los pueblos de la Amazonía y de los Andes. La puerta está a punto de cerrarse y de ser enterrada de nuevo, quizás para siempre. Así de simple, y no habrá pasado nada. Será otra sala más que añadir al “Museo perdido" de la Cultura ecuatoriana y del patrimonio mundial que se evapora por la indolencia. Ahora sólo nos queda a los ciudadanos defender nuestras raíces, proteger nuestros orígenes y tener la oportunidad de conocer nuestra Cultura; por ello debemos obligar a las autoridades locales y nacionales a actuar con eficiencia y cambiar este triste estado de hecho.

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