La Municipalidad de Loja y el FONSAL trabajan actualmente en la recuperación del primer convento dominicano del país. Construido en 1600, el monumento representa una joya del arte barroco, especialmente su iglesia, con sus muros forrados de pan de oro y lapislázuli. La restauración procurará respetar los detalles arquitectónicos del conjunto, en que constan la capilla, el convento, los retablos y las catacumbas. Se calcula que concluirá en julio de este año.

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