Saraguro es un emporio escondido de arqueología. Este cantón lojano tiene al menos 43 sitios con vestigios arqueológicos descubiertos y muchos saqueados parcialmente por los comuneros.

Manú, una parroquia rural ubicada a dos horas de Saraguro, es una muestra. Los 4 700 habitantes están dedicados a la agricultura y a la ganadería. Pero sueñan con convertir a su poblado en un destino turístico y hacer de esa actividad el eje del desarrollo.

Esa parroquia es dueña de una incalculable riqueza arqueológica. Entre los hallazgos más recientes están unas 20 piezas utilitarias como cántaros y vasijas y 12 osamentas.

Estas fueron extraídas de un establo ubicado a dos kilómetros del poblado. Siete vecinos de la comunidad se organizaron desde hace tres años para hacer las excavaciones. Sin embargo, fueron suspendidas hace dos meses, con la intención de conservar el sitio.

Las piezas y osamentas están custodiadas por los vecinos en una de las viviendas. Este grupo de vecinos intenta promocionar el lugar, pero no cuentan con los recursos. Sin embargo, hace año y medio con apoyo del Municipio de Saraguro elaboraron folletos y fotografías que fueron expuestos en la cabecera cantonal.

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