Al cumplirse el primer año del robo de la custodia de Riobamba y la firma del Decreto de Emergencia del Patrimonio Cultural, la revista Vistazo presenta un balance del inventario nacional de bienes patrimoniales emprendido a raíz de dicho decreto.

El Decreto de Emergencia se fijó tres objetivos: proteger, difundir e inventariar el patrimonio cultural del Ecuador. El INPC y cuatro universidades del país están a cargo de la tarea, a la que se asignó la suma de 33 600 000 dólares; aproximadamente 20 veces el presupuesto del INPC del 2007 según Vistazo. No obstante, la Ministra Coordinadora del Patrimonio Natural y Cultural señaló que de ahora en adelante, éste será el presupuesto consagrado al patrimonio cultural.

De esta suma, 21 millones de dólares han sido empleados para garantizar la seguridad de diversos espacios culturales (museos, iglesias y bibliotecas entre otros). En total, se calcula que el decreto permitirá la protección de 30 000 bienes culturales sobre los 2 480 980 que se reportan en el país (esto es, el 1% de esta cantidad global). Antes del Decreto de Emergencia, 34 423 bienes patrimoniales habían sido ya registrados. Para febrero del 2009, los responsables del inventario nacional esperan haber catalogado 95 000 bienes, es decir, el 3% del patrimonio cultural del Ecuador; un inicio, según los dirigentes del proyecto.

Estas medidas son el resultado de la situación crítica en que se encuentra el patrimonio cultural ecuatoriano, tal como diversos medios -incluyendo este portal- lo han denunciado desde hace algún tiempo ya. El reportaje de Vistazo recuerda así que el huaquerismo representa un negocio redondo tanto para campesinos pobres como para traficantes internacionales. A pesar de las declaratorias promulgadas por organismos como la UNESCO o la Interpol incentivando a las galerías de arte y a sus clientes a comprobar el origen de las piezas en venta, las redes de tráfico siguen floreciendo. Por otra parte, Olga Woolfson, Directora de la Unidad de Gestión de la Emergencia del Patrimonio "admite que la compra de colecciones sin registro es una forma de mantener los bienes patrimoniales en el Ecuador". Se cita el caso del Museo Municipal de Quevedo, recientemente inaugurado.

Frente a estos impases, las mejores soluciones parecen originarse desde las propias comunidades que cuentan con sitios arqueológicos, tal como lo demuestra el caso de la localidad de Agua Blanca, en Manabí. Desde este punto de vista, las autoridades culturales afirman estar buscando incentivar este tipo de propuesta local.