El inventario de los archivos del país promovido por el Decreto de Emergencia cultural estuvo a cargo de Lucía Moscoso y de un equipo de diversas universidades. Luego de un año de trabajo, el balance del estado de conservación de la memoria histórica del Ecuador es alarmante.

Si bien los documentos asociados a la época de la Colonia se encuentran en su mayoría correctamente custodiados en bibliotecas o museos, los archivos de las instituciones públicas están expuestos a una constante destrucción debido a su almacenamiento inadecuado en las bodegas de diversas instituciones. Documentos que no solamente pueden difícilmente ser consultados en la actualidad, sino que pasarán además a ser una evidencia histórica perdida dentro de algunos años. Es el caso por ejemplo de los registros mantenidos en los hospitales.

Al concluir el primer año de inventario, Moscoso y su equipo entregarán una propuesta de protección de este patrimonio amenazado. Entre los factores que contribuyen a fomentar esta negligencia, se destaca entre otros la falta de carreras universitarias ligadas a la biliotecología y la archivística en el país.