Close
Home Artículos Generalidades Apuntes sobre el pasado precolombino de la Amazonía ecuatoriana
Apuntes sobre el pasado precolombino de la Amazonía ecuatoriana PDF Imprimir E-mail
Escrito por Geoffroy de Saulieu   
Viernes, 16 de Febrero de 2007 12:22

El análisis histórico y arqueológico de los datos actualmente disponibles sobre la Amazonía ecuatoriana y peruana relativiza desde un principio la clasificación que hace de estas regiones el ejemplo por excelencia de las “culturas tropicales simples” (Steward, 1948), así como las clasificaciones sobre la base de adaptación ecológica supuesta de las sociedades inter fluviales (como aquellas de Meggers, 1971, retomada por Roosevelt, 1980); entendiendo estas regiones como zonas no apropiadas a los desarrollos sociales complejos. Esta doble lectura del pasado conduce a un gran número de investigadores a cuestionar hasta el modelo “de agricultura itinerante sobre roza y quema” (con frecuencia citada como el estilo de vida típico de la alta – Amazonía ) que sería en gran parte el efecto conjugado de una estrategia de supervivencia de las sociedades autóctonas frente a las persecuciones del mundo occidental y a la introducción de herramientas de acero que facilita a gran escala la deforestación. La revisión de los datos actuales demuestra igualmente que el estudio de la zona se circunscribe en una esfera regional amplia, donde conviene recalcar no únicamente los contactos con el área andina en el sentido amplio de la palabra, sino también con la Amazonía media y baja.

Los datos arqueológicos actualmente disponibles de la alta Amazonía al norte del Marañón permiten reconstituir un escenario precolombino de dos grandes periodos. El primer periodo que va desde el IV milenio A.C. al siglo VIII D.C. presenta una estrecha vinculación cultural y comercial entre la región Andina, la Costa del Pacifico y la Alta Amazonía. El segundo periodo que va desde el siglo VIII D.C. hasta el periodo español se caracterizaría por la desaparición del sistema anterior y por una cesura cultural entre los Andes y la Alta Amazonía, así como entre la Amazonía inter fluvial y fluvial. Las características culturales y sociales y las razones de desfase entre los dos grandes periodos no se conocen, razón por la cual esto debería constituir la prioridad actual.

Critica y Propuesta :

La prehistoria de la alta Amazonía es aún poco conocida y es objeto de numerosas especulaciones. Se enfrentan dos grandes posiciones, la primera posición sostiene que el origen de ciertos fenómenos culturales, andinos, ancestrales, tales como el nacimiento de la agricultura o la aparición del Horizonte Chavin en Perú se debe investigar en la selva tropical (por ejemplo Lathrap 1970), la otra posición afirma una preeminencia sea de la parte de los Andes o de la Costa del Pacifico en los procesos sociales precolombinos (por ejemplo Burger 1995). A propósito de estas dos corrientes se pueden emitir tres reservas:
  1. los datos arqueológicos y paleomedioambientales son muy insuficientes;
  2. la mayoría de investigadores aplican consciente o inconscientemente, pero siempre muy estrictamente, modelos sociales o ecológicos tomados de otros periodos y de otras regiones y
  3. de la misma manera, los investigadores no tienen tampoco en consideración los datos más recientes ni el peso de las conservaciones diferenciales, dando probablemente una visión incompleta del pasado amazónico y de su diversidad.

Generalmente se divide la historia del Ecuador precolombino en tres períodos : el Formativo (4500 a. C.- 300 a.C.) que está marcado por las primeras sociedades agro-alfareras, el Desarrollo Regional (300 a. C. – 500 d. C.) que se caracteriza por la diversificación de las culturas, y el período de Integración (500d.C.-1532 d.C.) que supone una tendencia a la homogeneización cultural que culminaría con la conquista Inca.

Para ciertos investigadores -especialmente J. Guffroy quien trabajó durante largo tiempo en el sur del Ecuador y en el norte del Perú (Guffroy, 1995, 2004)-, vale insistir sobre la continuidad entre el Formativo y el Desarrollo Regional y la ruptura que ocurre al inicio del periodo de Integración. En este sentido, la prehistoria del sur del Ecuador habría conocido dos grandes momentos de desarrollo socio-cultural, el primero con el Formativo y el Desarrollo Regional, y el segundo con el período de Integración.

En el primer momento, se observa una fuerte integración entre la costa del Pacífico, el altiplano andino y las vertientes orientales de los Andes, lo que habría dado origen a un desarrollo relevante y precoz del Ecuador, aunque fuertemente desigual. Jean Guffroy llega a plantear la hipótesis según la cual el origen de la cultura Catamayo A (primera cultura formativa del extremo sur de los Andes ecuatorianos) proviene de la Amazonía (Guffroy et al., 1987:236). Esta hipótesis puede comprobarse con el descubrimiento hecho en 2002 de una nueva cultura agroalfarera en la ceja de montaña oriental del sur del Ecuador. Las fechas C14 asociadas a este material la sitúan como una de las manifestaciones culturales más antiguas de toda la región, por lo que pudiera ser precursora en muchos aspectos del Horizonte peruano de Chavín (Valdez et al., 2005). Si este es el caso, se presenta la posibilidad de que la Alta Amazonía al norte del Marañón haya jugado un rol de primer plano. 
El segundo momento se caracterizaría por una ruptura y una recomposición sociocultural. Parece que el origen de varias poblaciones amerindias actuales se encuentra en este período. En Loja, en el sur de los Andes ecuatorianos, este período estaría marcado por la llegada de grupos pertenecientes al conjunto lingüístico Jíbaro-Candoa proveniente de la Amazonía (Guffroy et al., 1987; Guffroy, 2004).

Este guión pone de relieve las relaciones con la Alta Amazonía. Me parece que se puede aplicar esta hipótesis a la Amazonía ecuatoriana. Indudablemente se trata de un escenario imperfecto y hipotético. Enunciemos los datos arqueológicos :

Primer Período :

Durante el primer período, desde el Formativo hasta el Desarrollo Regional (3500-300 AC), las culturas de la Alta Amazonía serían parte de un sistema que las integró claramente a los Andes Septentrionales y Centrales (Lathrap, 1970 ; Myers, Dean, 1999 ; DeBoer, 2003). Su origen relativamente precoz y su rol son todavía mal conocidos y son objeto de numerosas especulaciones.
Así, la presencia precoz del maíz (desde 4000 AC hasta 2700 AC, según las regiones) ha sido apoyada por varios investigadores (Bush et al., 1989 ; Mora et al., 1991), pero sigue siendo hipotética, aún más considerando que el tamaño y el número de granos de este maíz antiguo, conocido únicamente por algunos polens y fitolitos, aún no han sido definidos.

Lo poco que se conoce de la iconografía se caracteriza por la presencia del dualismo y en uno de los casos por la asociación felino/serpiente/rapaz, asociación que se volverá a encontrar a lo largo de los desarrollos andinos, pero que desaparecerá de las tierras orientales en el periodo siguiente. El Formativo mal conocido, parece sin embargo relativamente antiguo en ciertas zonas (Valdez et al., 2005), lo cual sugiere la existencia de un desarrollo socio-cultural al menos tan precoz como en los Andes y en la costa del Pacífico. La insuficiencia de investigaciones de campo no permite dar una idea precisa de las evoluciones sociales. A pesar de ello, los conjuntos cerámicos del Formativo y del Desarrollo Regional, aunque muy diversos, conocen formas típicas, tales como botellas con asa estribo (Guffroy, et al 2003, Valdez et al., 2005; Porras, 1978; Shady Solis, 1987), botellas con cuello asimétrico y asa en puente (Fung, 1981; Myers et al., 1999; Morales Chocano, 1998; Porras, 1987; Ravines, 1981), cuencos a veces decorados con mucho cuidado (engobe, incisiones finas, excisiones, Saulieu, 2006), y ollas (Porras, 1979; DeBoer et al., 1977). Si hay efectivamente renovaciones culturales y desarrollos desiguales, los conjuntos cerámicos se quedan mayoritariamente en la lógica empezada en el Formativo, puesto que son testimonio de interacciones o intercambios sostenidos con los Andes y el Pacífico. En la segunda parte de este primer período, las sociedades ecuatorianas del pie de monte amazónico produjeron una arquitectura monumental (bajo Zamora, Upano, Puyo) comparable a la de otras regiones andinas. En la Amazonía, los patrones de asentamientos son todavía muy poco conocidos : uno de los únicos sitios aparentemente domésticos muestra una estratigrafía de 90 cm (Athens, 1986), sugiriendo que esas poblaciones no estaban necesariamente constituidas por horticultores itinerantes como las poblaciones indígenas actuales (Petersen et al., 2001).

Segundo Período :

El segundo momento ve el desmoronamiento del sistema anterior y una acentuación de las diferencias culturales con los Andes. Esta acentuación tuvo su origen, por una parte en las adaptaciones humanas y por otra, en la composición cultural de la Alta Amazonía que se conoce en la época moderna a través de las fuentes etnohistóricas y etnográficas. Es en este período que la Alta Amazonía se amazonisa, por decirlo de alguna manera, para tomar una forma tan típica marcada por la preeminencia de formas culturales anímicas (como lo describe Descola, 2005) y socialmente acéfalas. Ello se traduce por dos escenarios.
Se constata en primer lugar, la rápida expansión de un horizonte cerámico 1, llamado Corrugado, en las zonas que no se encuentran directamente en contacto con los grandes ejes fluviales formados por el Napo, el Marañón, el Ucayali y el Huallaga. Este horizonte se caracteriza por una cerámica de pasta relativamente burda cuya decoración básica está constituida por la utilización de bandas de barro sobrepuestas en el cuello y hombro de las vasijas. De un punto de vista material, nuestra hipótesis descansa sobre el hecho que a partir de los siglos VII y VIII se constata, en numerosas regiones (por ejemplo en el Upano, cf. Rostain 1999-a y 1999-b, Loja, cf. Guffroy 2004) :

  • la desaparición de las formas más típicas (especialmente las botellas con o sin asa, con uno o más cuellos) y de tradiciones cerámicas del período anterior;
  • una homogeneización superficial con modos decorativos que privilegian las decoraciones corrugadas, mientras que los particularismos locales parecen importantes;
  • la desaparición de la arquitectura monumental;
  • una disminución nítida de las interacciones a larga distancia, tanto en lo referente a materiales exóticos (Spondylus, turquesa), como a rasgos estilísticos e ideológicos. (Rostain, 1999-a; Guffroy, 1995, 2004; Guillaume,Guffroy, Valdez, Saulieu, 2003).


Los patrones de asentamiento permiten formular la hipótesis que las estructuras sociales parecen más parceladas y temporales que durante las fases anteriores, lo cual corresponde relativamente bien a lo que se conoce de las prácticas de las poblaciones indígenas actuales pertenecientes al grupo lingüístico jíbaro (horticultores de roza y quema, sociedades acéfalas).

El otro escenario que se da, muestra a lo largo de ciertos ríos navegables y en ciertos sectores de las vertientes andinas (valle de los Quijos), la disposición de sistemas sociales complejos fundamentados en el intercambio comercial. El Horizonte Policromo procedente de las llanuras aluviales de la Baja Amazonía coloniza, hacia los siglos X y XI, el Napo (Evans y Meggers, 1968) y una parte del Marañón hasta el Putumayo, y se articula con el Panzaleo-Cosanga-Píllaro sobre la vertiente andina. Los datos etnohistóricos nos permiten reconocer los diversos grupos étnicos y muchas veces su origen lejano, los cuales tienen funcionamientos sociales complejos y jerarquizados, con sistemas de producción especializados (particularmente el oro, la cerámica y los tejidos de algodón). Los intercambios a través de grandes distancias se concentran en algunos grandes ejes formados por el Napo, el Marañón, el Ucayali y el Huallaga (sal, curare, oro, algodón, aceite de tortuga, etc.) y parecen controlados por esas poblaciones que tienen una inclinación fuerte para la navegación y el hábitat fluvial.

Conclusión :

Si la comprensión de los dos periodos aún debe ser afinada, propone desde ya graves cuestionamientos acerca de las razones del cambio. Es evidente que no se trata de un determinismo ecológico, ya que en el Formativo y en el Desarrollo Regional, la alta Amazonía se habría desarrollado en simbiosis con los Andes y la costa del pacífico. En lo que nos concierne, estaríamos tentados por la hipótesis según la cual esto habría correspondido a una reorientación profunda en los tipos de desarrollos sociales en esta región tropical húmeda, por razones todavía enigmáticas pero talvez en parte ligadas a grandes movimientos pobacionales.
Philippe Descola (2005) muestra que la percepción del medioambiente que tienen las poblaciones actuales de la alta Amazonía obedece a esquemas animistas 2. Esta particularidad las diferencia muy nítidamente de las areas de las grandes civilizaciones conocidas históricamente, especialmente andinas. Nos inclinamos por la tanto a pensar que no siempre ha sido así, y que antes de la gran ruptura del principio del periodo de Integración, las sociedades de la alta Amazonía funcionaban en gran parte de otro modo, un modo que les permitía justamente poder articularse perfectamente con las sociedades andinas y costaneras. De allí a pensar que se trataba de sociedades que funcionaban mayoritariamente con esquemas analógicos, sólo hay un paso.

Referencias citadas :

Athens S., 1986, “The site of Pumpuentsa and the Pastaza phase in Southeastern lowland Ecuador”, Ñawpa Pacha, 24, pp.111-124.

Burger R., 1995, Chavin and the Origins of andean Civilization, Thames and Hudson, Londres.

Bush M., Piperno D., Colinvaux P., 1989, “A 6,000-Year History of Amazonían Maize Cultivation”, Nature 340, pp.303-305.

DeBoer W., 1975, “Two ceramic collections from Rio Huasaga, Northern Peru : their Place in the Prehistory of the Upper Amazon”, Queens College Laboratory of Archeology, CUNY, n.d.

DeBoer W., 2003, “Ceramic Assemblage Variability in the Formative of Ecuador and Peru”, Archaeology of Formative Ecuador, J. Scott Raymond and Richard Burger ed., Jeffrey Quilter general ed., Dunbarton Oaks Research Library and Collection, Washington DC, pp.289-336.

DeBoer W., Ross E, Ross J., Veale M., 1977, “Two ceramic collections from Rio Huasaga, Northern Peru : their Place in the Prehistory of the Upper Amazon”, El Dorado, 2, (2), Museum of anthropology of Northern Colorado, Preeley.

Descola P., 2005, Par-delà de nature et culture, nrf, Gallimard, Paris.

Echeverría J., 1981, Glosario Arqueológico, Colección Pendoneros, IOA, Otavalo.

Evans C., Meggers B., 1968, Archeological Investigations on the Rio Napo, Eastern Ecuador, Smithonian Institution Press, Washington.

Fung R., 1981, “Notas y comentarios sobre el sitio Valencia en el Río Corrientes”, Amazonía Peruana, IV, 7, pp.99-137.

Guffroy J., 1995, “L’influence des conditions environnementales sur le peuplement et le développement dans un secteur intermédiaire des Andes. Critique d’un certain déterminisme écologique”, Milieux, Sociétés et archéologues, sous la dir. d’A Marliac, Orstom, Paris.

Guffroy J., 2004. Catamayo precolombino. Investigaciones arqueológicas en la provincia de Loja (Ecuador), Tome 164 des “Travaux de l’Institut Français d’Etudes Andines”, ed. IRD-IFEA-UTPL-BCE, Loja.

Guffroy J., Almeida N., Lecoq P., Caillavet Ch., Duverneuil F., Emperaire L., Arnaud B., 1987, Loja préhispanique. Recherches archéologiques dans les Andes méridionales de l’Equateur, IFEA, Synthèse 27, Ed. sur les civilisations.

Guffroy J., Valdez F., 2001, Resultados de la etapa de reconocimiento (1999-2000) y proyecto de investigación arqueológica (2001-2004) en la provincia de Zamora-Chinchipe. Informe preliminar, INPC, n.d.

Guillaume M., Guffroy J., Valdez F., Saulieu G. de, 2003, “Découverte d’une ancienne civilisation en Amazonie occidentale”, Fiche d’actualité scientifique de l’IRD, n°177, http://www.ird.fr/la-mediatheque/fiches-d-actualite-scientifique/177-decouverte-d-une-ancienne-civilisation-en-amazonie-occidentale

Lathrap D., 1970, The upper Amazon, New York, Praeger Publisher.

Mc Ewan C., Cristiana Barreto C., Neves E., ed., 2001, Unknown Amazon, The British Museum Press, London.

Meggers B., 1971, man and culture in a cunterfeit paradise, New York, Aldine Atherton.

Mora S., Herrera L., Cavelier I., Rodríguez C., 1991, Cultivars, Anthropic Soil and Stability, A preliminary report of archaeological research in Araracuara, Colombian Amazonnia, University of Pittsburg, Latin American Archaelogy Reports 2, Pittsburg.

Morales Chocano D., 1998, “Chambira : una cultura de sabana árida en la Amazonía peruana”, Investigaciones sociales, año 2, 2, pp.61-75.

Myers T., Dean B., 1999, “Cerámica Prehispanica del Rio Chambira, Loreto”, Amazonía Peruana, XIII, 26, pp.255-288.

Netherly P., 1997, “Lomas y ribera : patrones de asentamiento prehistoricos en la Amazonía ecuatoriana”, Fronteras de Investigación, I, 1997, n°1, pp.33-54.

Ortiz De Villalba J., 1981, Antiguas culturas amazonicas ecuatorianas. Fase Napo (1188-1480 d.C.), CICAME.

Petersen J, Neves E., Heckenberger M., 2001, “Gift of the Past : Terra Preta and Prehistoric Ameridian Occupation in Amazonia”, Unknown Amazon, ed. By Colin Mc Ewan, Cristiana Barreto and Eduardo Neves, 2001, The British Museum Press, London, 50-85.

Porras P., 1975-a, Fase Pastaza. El formativo en el oriente ecuatoriano, Separata de la Revista de la Universidad Católica, año III, nº 10, Quito.

Porras P., 1975-b, Fase Cosanga : Estudios Científicos sobre el Oriente Ecuatoriano, Centro de Publicaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito.

Porras P., 1978, Arqueología de la Cueva de los Tayos, Pontifica Universidad del Ecuador, Quito.

Porras P., 1987, Investigaciones arqueológicas en las faldas del Sangay. Tradición Upano, Quito.

Ravines R., 1981, “Yacimientos arqueológicos de la región nororiental del Perú”, Amazonía Peruana, IV, 7, 139-175.

Renard-Casevitz F.-M., Saignes T., Taylor A.-C., 1986, L’Inca, L’Espagnol et les Sauvages, éd. ADPF, Paris.

Roosevelt A., 1980, Parmana, Prehistoric Maize and Manioc Subsistence along the Amazon and Orinoco, Studies in Archaeology, Academic Press, London.

Rostain S., 1999-a, “Secuencia arqueológica en montículos del valle del Upano en la Amazonía ecuatoriana”, Bulletin de l’Institut Francais d’Etudes Andines, 28 (1), pp.53-89.

Rostain S., 1999-b, “Occupations humaines et fonction domestique de monticules préhistoriques d’Amazonie équatorienne”, Société suisse des américanistes, Bulletin 63, 1999, pp.71-95.

Rostocker A., 1996, An Archaeological Assemblage from Eastern Ecuador, San Francisco State University, Treganza Anthropology Museum Papers, 18.

Rostocker A., 2005, Dimension of Prehistoric Human Occupation in the Southern Ecuadorian Oriente, Dissertation submitted to the graduate Faculty of Anthropology in partial fulfillment of the requirements for the degree of Doctor of Philosophy, City University of New York.

Salazar E., 1998, “De vuelta al Sangay – Investigaciones arqueológicas en el alto Upano”, Bulletin de l’Institut Francais d’Etudes Andines, 27 (2), pp.213-240.

Saulieu G. de, 2006, “Revisión del material cerámico de la colección Pastaza (Amazonía ecuatoriana)”, Journal de la Société des Américanistes, 92, Paris.

Shady Solis R.,1987, “Tradición y cambio en las sociedades formativas de Bagua, Amazonas, Perú”, Revista Andina, año 5, 2, pp.457-483.

Steward J., 1948, « Tribes of the Montaña », Handbook of South America Indians, vol.3, pp.507-534

Valdez F., Guffroy J., Saulieu G. de , Hurtado J., de, Yépez A., 2005, “Découverte d’un site cérémoniel formatif sur le versant oriental des Andes”,  Palévol, Vol. 4/4, pp.369-374.

Última actualización el Jueves, 06 de Octubre de 2011 15:59
 

Comentarios  

 
#4 Cultura UpanoFernando Carvajal 18-09-2014 23:52
Totalmente de acuerdo con usted estimada Doña Patricia, hay mucho por descubrir y estudiar acá en Morona Santiago, principamente en el valle del Upano. Espero que se tome en serio la arqueología en estos lugares y que cualquier estudio que se realice sea socializado y compartido con la ciudadanía de estos lugares. Gracias y hasta pronto.
Citar
 
 
#3 Patricia Orejuela Galeas 09-06-2009 14:14
Estimados señores arquéologos, he leído el artículo"Apuntes sobre la Arqueoogía de la Amazonía" en él no se comenta en absoluto sobre el imponente complejo de los petroglifos del Catazho que existe en Morona Santiago, sugiero que como personas ilustradas en el tema, se busque las mejores estrategias para también a manera de comentario, resaltar los importantes vestigios arqueológicos que tenemos a lo largo y ancho de toda la provincia, tenemos cerámica trabajada con técnicas que aún no he visto en otras culturas importantes del Ecuador, vestigios en piedra pulida a la perfección´que hoy seguramente se la haría con maquinaria sofisticada, en fin, por favor inviertan también por conocer mas nuestras raíces históricas amazónica, no fueron culturas secillas les aseguro.
Citar
 
 
#2 holamaria 10-07-2007 18:27
esto es lo peor quee uede existir :cry: :cry:
Citar
 
 
#1 andes-amazonasJose wasinger 19-06-2007 13:53
En qué medida la ruptura de las relaciones andes con la amazonía es por una expansión de las sociedades andinas. Para el período inca ya sería una ruptura absoluta. En la región del antisuyu los incas sufren muchos reveces, y no fueron muy bien recidibidos. Sin embargo, según mitologías de sociedades amazónicas cercanas a los andes, cuentan cómo robaron en un tiempo mitológico ciertos cereales o técnicas a la gente de "arriba". Esto se ve muy bien en el caso de los chimane que tienen muchas concepciones parecidas con los andinos. Con respecto al primer período que habla el autor, el idioma aymara tendría un origen Arawak. Muchas concepciones andinas como la del jaguares muchos suponen que son por influencia amazónica. Pero también no todo es igual, son diferentes procesos. También habría que ver cómo queda inserto la presión expansiva de los chiriwanos aunque no son precisamente amazónicos.
Citar
 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

^  top