El 17 de agosto del 2009,  la Ilustre Municipalidad del Cantón Gualaquiza y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural suscribieron un acuerdo con el objetivo de investigar y dar a conocer las espectaculares ruinas arqueológicas del Valle del Río Cuyes (cantón Gualaquiza, provincia de Morona Santiago), en las estribaciones orientales de los Andes.

Hasta hace poco, la Amazonía era marginada dentro de la práctica de la arqueología. Sin embargo, investigaciones recientes están demostrando el papel fundamental desempeñado por las culturas amazónicas en los orígenes del mundo andino.

El valle del río Cuyes es una región clave en ese sentido, pues se encuentra en una zona de paso estratégica entre Sierra y Amazonía, y presenta espectaculares vestigios monumentales precolombinos, esencialmente fortalezas y recintos asociados posiblemente a viviendas. Si bien el estudio arqueológico en la región ha sido relativamente escaso, los esfuerzos pioneros de los investigadores Ekstrom, Taylor, Salazar, Ledergerber y sobre todo, Carrillo, sacaron a relucir el valor patrimonial y arqueológico del valle del río Cuyes.

Así, el Proyecto Arqueológico Valle del Río Cuyes, auspiciado por el convenio entre el INPC y la Alcaldía de Gualaquiza, se propuso seguir investigando la problemática del origen cronológico y cultural de las ruinas del valle del río Cuyes. Para ello, luego de una investigación bibliográfica basada en la tesis Aportes y facetas del reconocimiento arqueológico: el caso del valle del río Cuyes, se comenzó por realizar mapas precisos de las ruinas de los sectores de Espíritu Playa, San Miguel de Cuyes, Ganazhuma, La Florida y Nueva Tarqui, de manera a definir el espacio de trabajo. Posteriormente, con la valiosa participación de las comunidades locales, los arqueólogos del proyecto excavaron pequeñas áreas seleccionadas en cada estructura, con el objetivo de recuperar muestras de carbón y cerámica. Se recuperaron además muestras de tierra, con el propósito de identificar eventuales prácticas agrícolas precolombinas en las terrazas agrícolas del Valle.

Los resultados revelaron que hacia el primer milenio antes de Cristo (periodo Formativo tardío), un grupo humano se asentó en la parte alta del valle (sector de san Miguel de Cuyes). La cerámica encontrada ahí se asocia a la tradición Tacalshapa (proto cañari). Al parecer, la zona fue luego abandonada. Entre los siglos XIV y XVII, surge luego una "ola" de monumentalidad en los sectores La Florida, El Cadi, Buenos Aires (parte baja del valle) y también en la zona de Espíritu Playa (parte alta). Desde un punto de vista etnohistórico, se trata de  un contexto agitado, pues corresponde a la época de las guerras incaicas y de la conquista española. Sin embargo, no se encontró cerámica inca en la zona, sino más bien material corrugado, asi como cerámicas novedosas tal vez propias de la zona. Por otra parte, en las terrazas de San Miguel de Cuyes y Nueva Zaruma, se identificaron también actividades de cultivos relacionadas al maíz – entre otras especies –.

Cabe resaltar que este proyecto es un paso más en la investigación arqueológica en el valle del río Cuyes. En primer lugar, porque el trabajo se enfocó únicamente en las estructuras monumentales. Adicionalmente, es necesario seguir excavando en la zona para confirmar el incipiente escenario cronológico y cultural que proponemos aquí. Como se vio, el valle del río Cuyes es una zona clave desde un punto de vista arqueológico y patrimonial. No obstante, pese a los esfuerzos de las  comunidades locales, el paso del tiempo, la actividad humana y la huaquería amenazan con destruir para siempre tan valioso legado. Es de esperar que los  investigadores, las autoridades culturales y seccionales sepan salvaguardar este inestimable patrimonio natural y cultural, pues conocer nuestros orígenes es también entender quienes somos.

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