No todo era delirio en el infierno verde... |
Escrito por Max Dohner |
Lunes, 01 de Septiembre de 2014 05:10 |
Civilizaciones amazónicas. Nuevos descubrimientos revelan vestigios de templos, calles y aldeas, en donde el cacao corría a raudales. La selva tropical siempre terminaba tragándolo todo: cazadores de tesoros, aventureros, caballos y misioneros. Ellos lo habían arriesgado todo para ver lo impensable. Y lo que vieron parecía tan loco, que su demencia podía difícilmente ser tomada en serio. De lo que habían supuestamente encontrado -ciudades llenas de chocolate, templos de oro, guerreras desnudas-, nada... hasta el día de hoy. A breves rasgos, el cuadro histórico que tenemos de América Latina se presenta de la siguiente manera: del lado del Pacífico, hasta la invencible cordillera de los Andes, dominaban las civilizaciones precolombinas de la región: Mayas, Aztecas, Incas, etc. En las infranqueables llanuras del otro lado de los Andes, hasta el Atlántico, no había "nada". Unos cuantos Indígenas: el rostro pintado, arco y flecha a la mano, cabañas redondas colectivas. Poblaciones similares habrían sido incluso localizadas recientemente en Brasil. Indígenas que supuestamente no habrían tenido contacto alguno con la civilización; el video de este acontecimiento pudo ser visto en numerosos medios de comunicación online. La hija de diplomático sonríe Catherine Lara no puede sino sonreír frente a este panorama. Hija de diplomático, esta arqueóloga ecuatoriana -candidata a PhD en París y de paso por Suiza-, sabe naturalmente hasta qué punto esta perspectiva histórica de su continente está anclada en los imaginarios, sin hablar del sub-continente como tal. Pero se sorprende también un poco al saber que los descubrimientos realizados hace algún tiempo -y que nos muestran una perspectiva totalmente distinta-, todavía no han llegado a las conciencias. Términos tales como "Terra Preta", "Mayo Chinchipe" o "Palanda" nos son efectivamente desconocidos. Las excavaciones que fundamentan la tesis de Catherine Lara se ubican en el valle del río Cuyes, en una zona del bosque tropical ubicada cerca de la frontera con el Perú, en el extremo oeste de la cuenca amazónica. Estructuras cuya antigüedad se encuentra entre 1200 y 1600 después de Cristo están siendo estudiadas. Se trata esencialmente de edificaciones levantadas con propósitos defensivos. Los profesionales dudan aún del origen andino, amazónico o mestizo de la cultura local. La aldea de Palanda es más interesante aún en lo referente a la presencia de civilizaciones desarrolladas en la Amazonia. Se encuentran ahí estructuras de más de 5000 años de antigüedad: una plaza, basamentos de casas, una cerámica refinada, una necrópolis. Evidencias de una "cultura muy refinada", nos dice la joven arqueóloga, "la primera en el mundo en haber usado y domesticado el cacao". Otro hecho notorio: las poblaciones locales tenían contactos a larga distancia con otra aldeas amazónicas, y más allá, hasta la costa del Pacífico. Existen varias teorías acerca de sus orígenes: ¿descienden acaso de las poblaciones de la serranía, de las cuales se habrían separado? ¿Algo así como una sucursal tropical de los Incas, que presentía la presencia de oro en la región, tal como lo harían los españoles más tarde? Lara lo duda. Luego de las desventuras varias acaecidas con ocasión de sus intentos de penetración, los Incas llegaron a temer la selva, al igual que Pizarro, Orellana y Aguirre tiempos después. Catherine Lara no piensa que se pueda comparar la cultura Mayo-Chinchipe con los incas, primero por motivos cronológicos (3000 antes de Cristo versus 1200 después de Cristo). Por otra parte, Mayo-Chinchipe es una civilización que se asentó en una zona en donde jamás se habría sospechado encontrar una tal manifestación cultural. Se habla mucho del espectacular imperio inca. Sin embargo, éste tuvo una existencia relativamente corta (unos cuantos siglos a lo mucho), que se contrapone a los miles de años de civilización que antecedieron la cultura inca. La arqueóloga y sus colegas se concentran hoy en este aspecto: dar cuenta de la historia pre-inca, cuya diversidad y riqueza siguen siendo en gran parte enigmáticas. Un cazador de tesoros suizo asesinado En ese sentido, lo que falta por descubrir sigue alimentando la especulación y la fantasía. Esta fiebre despierta el apetito de nuevos aventureros, quienes fueron una vez más tragados por la selva. Éste es el caso de Herbert Wanner, guarda forestal y cazador de tesoros : en 1983, sólo su cráneo fue encontrado, con un impacto de bala. Lo cierto es que ya no es tan seguro que las descripciones de los españoles locos -ciudades enteras, oro, brillo, cientos de miles de habitantes-, sean tan extravagantes como se pensaba. ¿Pero en dónde están todos? ¿Acaso la selva tropical se los tragó por completo? Existe quizás una explicación prosaica: los españoles no sólo llevaban material militar u otros tipos de objetos consigo en la selva. Había también virus. En simbiosis perfecta con su entorno natural, los hombres del Nuevo Mundo no estaban inmunizados contra los gérmenes del Antiguo… Leer el artículo original publicado en el Aargauer Zeitung del 21/08/2014 |
Última actualización el Lunes, 01 de Septiembre de 2014 05:23 |
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