El artículo de El Universo da a entender que la monumentalidad de la "Confederación manteña" permitiría hablar de una sociedad de tipo estatal. Si bien es cierto que la monumentalidad es -desde un punto de vista arqueológico- una característica de los estados, tampoco es condición suficiente para definir a una sociedad como estatal.

A nivel teórico, el concepto de estado se define por una serie de criterios que varían de un modelo a otro -dependiendo del enfoque que se elija-, y que el investigador buscará identificar en el registro arqueológico para comprobar o no su hipótesis de trabajo. ¿Cuáles son aquí los parámetros tomados en cuenta para otorgar el calificativo de "estado" a la sociedad manteña y en qué medida se considera que éstos son reflejados por el registro material? El artículo no lo menciona.

En términos muy generales, hablar de una sociedad estatal implica referirse a un sistema de gobierno jerarquizado, centralizado, "burocratizado" y a un sistema de producción especializado que se caracteriza -entre otros grupos influyentes- por la presencia de un ejército. ¿Podemos decir que el registro material de la cultura manteña refleja la presencia de estos rasgos? Sin desmerecer el alto grado de complejidad alcanzado por la cultura manteña, -complejidad que estas investigaciones indudablemente valiosas están contribuyendo a definir con mayor precisión-, creo que la respuesta es negativa.

Este artículo nos deja no obstante una impresión de "déjà-vu" si nos referimos a la historia de la arqueología de nuestro país, en que, en múltiples ocasiones, se han buscado orígenes foráneos a nuestro pasado precolombino, o atribuciones que nos hagan "quedar mejor" frente a los estados de los "vecinos" de Mesoamérica o de los Andes Centrales. Desde luego, no hay por qué avergonzarse de no haber contado con sociedades estatales en el territorio que conforma actualmente nuestro país; el estado es un tipo de organización política sin duda fascinante, pero no es el único: existen otros también que tienen sus ventajas y sus riquezas, de las cuales podemos estar igual o más de orgullosos.